No sé cómo me las ingenie, pero
cuando estaba en la Escuela (unos 9 o 10 años) pude robarle a mi papa un juego completo
de lápices Staedtler Marsmatic.
Tenían una punta demasiado fina, a
veces costaba verla. La cosa es que se me ocurrió comenzar a hacer tatuajes con
esas plumas o lo que yo llamaba tatuajes, pues en realidad eran unos garabatos
con tinta china.
Empecé experimentando conmigo mismo.
Como me encantaba andar rayando todo y poniendo mi nombre donde pudiera, decidí
tatuarme un “dmb” entre el dedo pulgar y el índice de la mano izquierda
(típico tatuaje de marero o de mae encerrado en La Reforma).
Quedo horrible, pero la cosa era que
con paciencia y un poquito de sangre, el garabato se quedaba en la piel un par
de días…y si, había que romper un poco de piel…no mucho…
Un día llegue a la Escuela, y un
compañero me vio el “tatuaje” y dijo: Mae hágame uno! Yo le pago! No recuerdo
cuanto le cobre pero se lo hice…y el mae quedo como loco…
Así que empecé a hacer tatuajes con esos
lápices en los recreos y me ganaba alguito…
Un día llego un mae que se llamaba
Christopher y me dijo: mae hágame a mí una “J” y a ella (la wila que le gustaba) hágale una C de Christopher…estaban apretando
apenas y ya se estaban “tatuando” sus nombres…la estupidez máxima de
carajillos…
Un día llego una compañera y me
dijo: “dibújeme una cruz de Cristo porfa?” y yo pensaba: puta mae, de
todos los dibujos y estupideces que existen me pide que le dibuje una cruz? Y
se la hice bien fea al propio…no por ateo ni satánico, sino porque debido a la
religión de mis papas yo NO creía en la cruz ni la santa trinidad ni nada de
eso, no piensen que lo hice para jugar de malévolo.
Así transcurrieron unos cuantos
días, hasta que “tatué” a una carajilla que se asustó cuando vio que yo tenía
que rasparle la piel para hacer el dibujo…me acuso con la profesora se hizo un escándalo…y
eso puso punto final a mi carrera de tatuador tercermundista semi profesional
menor de edad y sin esterilizar…justo cuando quería comenzar a utilizar
colores…
