Estaba escuchando
a un amigo decir: mae en esa empresa siempre los mandan a viajar.
Mientras
yo pensaba: mae no se me acerque mucho que le pego la mala suerte…
Estúpidamente
cuando uno va a las entrevistas de trabajo muchas veces tendemos a comprar la
idea de que si nos mandan a viajar es un plus, es algo bonito por lo que valdría
la pena aceptar el trabajo, uno podría pensar: “bueno algo les pude sacar,
aunque sea un viaje al exterior”. Y dejémonos de varas, es una razón de peso,
un aliciente.
Recuerdo la
famosa pregunta de los reclutadores: tendría usted problema en ser reubicado? No
le afecta hacer giras, viajar al exterior para entrenamientos, reuniones, etc? Se
encuentra actualmente estudiando o con compromisos que le impidan salir del país?
Y pues bueno, la respuesta siempre es un NO. Y claro, un mae sin hijos, sin
pensiones, sin cobros judiciales, soltero, sin mucha trama y con poco drama, o
sea, como dicen, yo no pierdo nada. Y mientras tanto el reclutador realiza sus
notas en el expediente. Uno podría imaginarse que el reclutador está
escribiendo: a este mae pueden mandarlo a donde les ronque, un mae sin mucha
trama, sin compromisos, buen candidato, por favor tomar en cuenta para
cualquier viaje, entrenamiento, reunión, reubicación…pa’ las que sean parse…
Y así fue
como comenzó mi racha de buena suerte en los viajes de trabajo. Luego de un montón
de empresas transnacionales, y casi 14 años de andar en esto…
A los 18 comencé
a trabajar en una empresa de
Telecomunicaciones Alemana muy famosa. Una buena empresa, de renombre. Se suponía
que en esos tiempos los técnicos viajaban mucho a Colombia, Alemania,
Guatemala, etc. Pues resulta que cuando yo entre a trabajar allí los viajes se
suspendieron. Me conocí todo el país en menos de un año, pero nunca puse un pie
fuera de nuestras fronteras. Si pudiésemos comparar la emoción y adrenalina de sentarse en un avión,
yo podría decir que me senté en un Mercedes Benz del año y fuimos a comprar
perico a la León XIII para un gerente que era un Junkie.
Este fue el nacimiento del Gato Negro. The Rise of Gato Negro.
Luego me
fui a trabajar a una transnacional líder
en el mercado de los semiconductores. Resulta que siempre nos contaban historias
de que la empresa enviaba a sus trabajadores a capacitaciones fuera del país.
Iban a Malaysia, Singapur, USA, etc. Pero resulta que cuando gato negro firmó
contrato, meses después estaban anunciando que iban a entrenar personal local
para que luego entrenaran al personal nuevo como Nivel 2 o Nivel 3, y
nuevamente, a la mierda los viajes. Gato Negro se hacía presente una vez más y
durante toda mi estadía en dicha empresa. Trabajaba en el turno de noche, y a
veces me quedaba dormido en la silla, me levantaba, me mojaba la cara y me decía
a mí mismo: que no lo vean dormido papi, así nunca lo van a enviar a un
entrenamiento fuera de CR.
Me pase entonces
para otra empresa gringa famosa en el país,
con centros de soporte en casi todas las zonas francas del país. Un amigo
que estaba allí me decía que a él lo habían enviado a USA, Alemania, México,
etc. Y yo dije: wow! Suena bonito. Pero suave, resulta que Gato Negro comenzaba
a hacerse mañoso. Meses después de haber firmado contrato, la corporación anuncia
“un freeze” en el presupuesto. Se cancelaban viajes, capacitaciones en el
exterior. Y no solo eso, la cosa se puso tan fea que también tuvimos un freeze
de 3 años a los salarios. Era el combo perfecto. Gato Negro se afianzaba cada
vez más. En lugar de recibir capacitaciones fuera del país yo tenía que
entrenar a los niveles 1 que entraban al team, claro es más barato wevones.
Luego
trabaje para una empresa gringa líder en
el mercado de productos de limpieza. A los de TI los enviaban a
capacitaciones, reuniones, a conocer el team, a conocer la empresa. Pero cuando
gato negro entro a trabajar allí la cosa se puso fea. Despidieron a un gerente
y una analista con más de 20 años de trabajar para la empresa. El contacto más
cercano que tuve con personas fuera de Costa Rica fue por medio de
Telepresencia, equipo que yo mismo instalé en la sala de conferencias. Gato Negro
evolucionaba, ya no necesitaba estar presente, existían otros medios para
interactuar con colegas de otros países.
Luego tuve
mi paso por otra transnacional gringa líder
en el sector de envíos y entregas. Yo entré en Agosto y para Octubre
estaban anunciando en una reunión para Latinoamérica que los viajes y
capacitaciones quedaban suspendidos hasta nuevo aviso. Había que recortar
presupuesto, ni un celular me querían comprar. El Gato Negro seguía haciendo de
las suyas. Supongo que nunca pondré un pie en Memphis y espero que no me pidan
instalar equipos de Telepresencia porque eso es como ponerse la soga al cuello.
En lugar de eso, instalamos telefonía ip y al parecer, casi todo se puede hacer
por teléfono o por Webex.
Luego recordé
que cuanto estaba en octavo ano del colegio, iba caminando hacia el colegio y de
repente, vimos un gato negro sentado a la orilla de un portón. Yo le hice
muecas y sonidos extraños, como que quise espantarlo. El gato pegó un brinco, y
corrió hacia la calle con la mala suerte de que un carro lo atropelló. Las personas
que iban conmigo comenzaron a gritar, uno de ellos vomitó todo el desayuno y yo
dije: mae, que gato más tonto, como sale así de disparado sin fijarse? Por eso
lo atropellaron…por mongolo…puta mas tonto...
Karma is a
bitch… :)