De carajillo a mí me encantaba estar
en la casa haciendo nada y que de pronto mi mama me dijera:
“alístese para ir a San Jose a
hacer unos mandados”
El pasaje de bus costaba menos de 25
colones y se pagaba con aquellos billetes de 50 colones de color verde y por
supuesto, la vara tuanis era poder pagarle uno mismo al chofer.
Y bueno, el viaje era eterno…aquellos
anafres de buses que teníamos en el barrio, que duraban como 45 minutos en
llegar a San Jose.
El recorrido del bus pasaba a un
costado del Liceo Costa Rica en Plaza Víquez. A mi encantaba pasar por ahí y
leer el montón de estupideces que escribía la gente en los muros del Liceo;
grafitis, frases, refranes, mentadas de madre y hasta el típico: “259-8463 sexo
gratis con Carlos” jajajajaja y los números de teléfono no eran de 8 dígitos
como ahora.
La mayor parte de las cosas que se
escribían en esas paredes yo no las entendía pero me esforzaba por memorizar
algunas frases. Siempre recuerdo estas dos:
“El pecado es el hambre…la
necesidad el miedo” èyo le daba y le daba vueltas a esa frase pero
NO lograba entenderla…hasta llegue a pensar: “será que el mae se equivocó?”
“Me lanzaron del útero de mi
madre sin paracaídas” èmi mama trato de explicarme esta,
pero la verdad no la entendía muy bien en aquel entonces…
Me daba una cólera cuando aparecía
un grafiti nuevo y el bus pasaba tan rápido que no me daba tiempo de leer la
vara…
Ya de regreso para la casa, como
olvidar las hamburguesas que hacían allá por las paradas de buses de
Desamparados cuando estaban a un costado del Parque Central (no recuerdo el
nombre de la Soda) y el "mongolito" que se ponía a bailar en esas paradas...creo
que era Chayanne El Guapo pero no estoy seguro…
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